UN MUNICIPIO UNIDO AL VINO

La historia del vino en Sorvilán se inicia en los siglos X y XI, cuando ya existía como alquería y el cultivo del viñedo se dedicaba a la producción de uva de mesa y pasas.

En 1571 se introdujo el viñedo por toda la comarca, destinado ya a la elaboración de vinos que eran exportados a Jerez y Málaga.

En la época de finales del siglo XVII se inicia una fase de esplendor. El cultivo del viñedo se extiende por toda la vertiente sur de la Contraviesa y llega a Melicena y Los Yesos, en la costa.

Sobre las lomas de Sorvilán y de Alfornón, las gentes de estas tierras dedicaron a la vid sus mejores esfuerzos: Arriba viñas e higueras; abajo de los cerros, los almendros, protegidos de los malos vientos.

Las uvas de la parte alta, la zona de Alfornón, al ser más difícil su maduración, se destinaban a la producción de aguardiente. Las de la vertiente media, que abarcaba las laderas que rodean al núcleo de Sorvilán, se destinaban a la producción de vino y a la elaboración del famoso “espíritu del vino”, exportados luego a Jerez. Las de la parte más baja, que corresponderían a la zona de Melicena, El Saltadero, Los Yesos y los cortijos colindantes, se destinaban a la producción de la pasa que era llevada en grandes cantidades a Málaga.

Pero, a finales del siglo XIX, llegó la filoxera y acabó con el cultivo de la vid. Los habitantes de la zona se convirtieron en propietarios de algunas tierras que hasta este momento habían pertenecido al señorío.

Con la llegada del siglo XX renació el cultivo del viñedo y se introdujo de forma masiva el almendro.